
Dra. Sahar Azarkamand
Formación Académica
La Dra. Sahar Azarkamand tiene un doctorado (2013) y un MSc (2006) en Gestión Ambiental por la Universidad Islámica Azad (sucursal de Ciencia e Investigación) en Irán. Obtuvo su segundo doctorado en sostenibilidad en 2021, en la Universitat Politècnica de Catalunya (Barcelona Tech – UPC).
Actividad profesional e investigadora
La Dra. Sahar Azarkamand es investigadora postdoctoral en la Cátedra UNESCO en Ciclo de Vida y Cambio Climático (ESCI-UPF). Sus principales intereses de investigación se encuentran en la Evaluación del Impacto Ambiental, Evaluación del Ciclo de Vida, Gestión de la Cadena de Suministro Verde y Huella de Carbono.
Durante su maester, evaluó el sistema de gestión verde de Iran Aseman Airline y a lo largo de su doctorado, se centró en la gestión de la cadena de suministro verde en un planta petroquímica en Irán, donde desarrolló un modelo conceptual para evaluar los impactos medioambientales de la misma.
En su segundo doctorado, desarrolló una herramienta basada en Excel para calcular los tres ámbitos de emisiones de gases de efecto invernadero en puertos, siendo reconocida como una de las diez mejores tesis en la competencia "Thesis in 4 Minutes" de ese año.
La Dra. Azarkamand tiene una trayectoria académica, habiendo servido como investigadora en el Grupo de Investigación de Biotecnología de Residuos en la Universidad de Alzahra y supervisado tesis de maestría en la Universidad Islámica Azad (Najaf Abad) en Irán. Adicionalmente, trabajó en el Centro de Investigación BETA en la Universidad de Vic durante un año. En 2014, coescribió un libro titulado "Estrategias de Gestión Ambiental Urbana", y en 2016, tradujo y publicó un libro titulado "Gestión de la Cadena de Suministro Verde".
Además, trae más de una década de experiencia de firmas consultoras en Irán, donde trabajó en la evaluación de los impactos ambientales de diversos proyectos, particularmente en los sectores de petróleo, gas y construcción de carreteras en Irán.
Publicaciones seleccionadas
Ana Fernández-Ríos , Laura Batlle Bayer, Sahar Azarkamand, Jara Laso , Pere Fullana-i-Palmer , Alba Bala, Rita Puig , Rubén Aldaco, María Margallo
Resumen
Las fuentes alternativas de proteína (APS, por sus siglas en inglés) han surgido como una solución potencialmente saludable y, presumiblemente, ambientalmente sostenible para satisfacer la demanda alimentaria futura. En este estudio desarrollamos un nuevo modelo complejo de perfil de nutrientes para evaluar la calidad nutricional de los alimentos ricos en proteínas, que, simultáneamente, permite evaluar de manera eficiente sus implicaciones ambientales mediante la aplicación del Análisis de Ciclo de Vida (ACV). El desarrollo del índice fue guiado por la identificación de nutrientes prioritarios en las APS y las principales deficiencias de modelos similares, lo que dio lugar al ‘quality Nutrient Rich Food 1.10.2’ (qNRF1.10.2). Este modelo es el primer sistema de perfil de nutrientes que combina varios nutrientes esenciales y un sistema de puntuación de calidad proteica, concretamente el Digestible Indispensable Amino Acid Score (DIAAS).
Desde una perspectiva nutricional, se demostró su precisión y su aplicación identificó a los productos de origen animal como el grupo alimentario más completo nutricionalmente, superando a las alternativas de origen vegetal. Sin embargo, al utilizar el índice como unidad funcional en el ACV de alimentos ricos en proteínas, se descubrió que las semillas, los frutos secos y las mezclas de alimentos vegetales reportaron los impactos ambientales más bajos en función de su densidad de nutrientes. Se encontraron algunas excepciones como las algas o los insectos, que obtuvieron peores resultados que los alimentos de origen animal en cuanto al consumo de recursos, o los cereales, que mostraron un importante potencial de privación hídrica. Estos resultados sugieren que debemos encontrar un equilibrio entre la producción de alimentos emergentes y convencionales, y que los principales problemas ambientales de cada región deberían condicionar la ubicación de los sistemas de producción
Sahar Azarkamand , Ana Fernández Ríos , Laura Batlle-Bayer , Alba Bala , Ilija Sazdovski , Mercè Roca , María Margallo , Rubén Aldaco , Jara Laso , Rita Puig , Rosa Cantero , Pere Fullana-i-Palmer
Resumen
El sector alimentario es responsable de una gran parte del impacto ambiental de nuestra sociedad (por ejemplo, según la ONU, aproximadamente un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el ser humano están vinculadas a este sector), y las fuentes de proteínas, como uno de los principales grupos de alimentos, tienen un impacto particularmente significativo en el medioambiente. Comprender los impactos ambientales y económicos de las decisiones alimentarias es crucial, especialmente en el caso de las proteínas, una fuente clave de alimentación. Los precios de mercado por sí solos no representan de forma integral los verdaderos costes para la sociedad. El True Cost Accounting es una metodología que cuantifica los costes económicos, ambientales y sociales de forma global. Calcular los costes ambientales ocultos de las diferentes proteínas alternativas ayuda a informar al público sobre las consecuencias ambientales de sus elecciones dietéticas. Se estimaron los precios ajustados, que integran los precios de mercado con los costes ambientales ocultos de las fuentes alternativas de proteína, incluyendo tanto opciones de origen animal como vegetal.
Para determinar el coste real de las proteínas, es esencial asignar valores monetarios a los impactos ambientales. Calcular los costes ambientales y ajustar el precio de las proteínas proporciona una imagen más precisa de su coste real al tener en cuenta las externalidades ambientales asociadas a su producción. Se aplicó un enfoque de ciclo de vida, considerando tanto una unidad funcional convencional basada en la masa como una unidad funcional basada en el contenido proteico, que integra la eficiencia de la fuente para proporcionar el nutriente proteico.
En el cálculo basado en masa, la producción de carne de vacuno y cordero muestra de forma consistente los costes ajustados más altos, alcanzando los 33,72 € por kg de producto, mientras que las fuentes vegetales suelen tener costes ajustados más bajos, con una media de 12,31 € por kg de producto. Entre ambos extremos, los productos del mar se sitúan en cuarta posición con 26,41 € por kg de producto.
Sin embargo, cuando el cálculo del precio ajustado se basa en el contenido real de proteína, los productos del mar ocupan el valor más alto, alcanzando los 179,97 € por kg de proteína, mientras que la carne de vacuno y cordero descienden a la tercera posición con 131,76 € por kg de proteína, y las opciones vegetales aumentan a 116,32 € por kg de proteína.
En resumen, nuestro estudio enfatiza la importancia de tomar decisiones dietéticas informadas que consideren tanto la sostenibilidad ambiental como los factores económicos, y la necesidad de emplear metodologías adecuadas para una contabilidad cuantitativa precisa. Se requiere más investigación para incluir las dimensiones sociales en el estudio, dado que actualmente son difíciles de medir por su complejidad y la limitada información disponible.
Ilija Sazdovski, Laura Batlle-Bayer, Alba Bala; María Margallo, Sahar Azarkamand, Rubén Aldaco, Pere Fullana-i-Palmer
Resumen
El envase sostenible es un aspecto crucial dentro de los esfuerzos por una economía circular. Este estudio evalúa la circularidad de dos sistemas de envases secundarios utilizados en productos frescos en España: las cajas de plástico reutilizables y las cajas de cartón de un solo uso. Se realizó un análisis de flujo de masas para evaluar los flujos de materiales en las fases de producción y uso de ambos sistemas, aplicando dos indicadores de circularidad: el Indicador de Circularidad de Materiales (MCI, por sus siglas en inglés) y el Indicador de Circularidad del Producto (PCI).
Mientras que la mayoría de estudios anteriores sobre envases de un solo uso utilizan estos indicadores a nivel de producto, este estudio aplica un enfoque de sistema, ya que las cajas de plástico reutilizables pueden reutilizarse hasta 100 veces. La unidad funcional se definió como la distribución de 1.000 toneladas de productos frescos, lo que equivale a la distribución de 6.666.700 envases de 15 kg de producto.
Los resultados del MCI y del PCI muestran que las cajas de plástico reutilizables son más circulares que las cajas de cartón de un solo uso. El PCI ofrece una evaluación más completa de la circularidad al considerar múltiples etapas del ciclo de vida, la eficiencia y los residuos no recuperables, lo que da lugar a diferencias en la evaluación de la circularidad. No obstante, los indicadores utilizados tienen limitaciones, ya que no consideran el stock de recursos. Se necesita más investigación para profundizar en este aspecto